Ya hay más de un centenar de pacientes que se benefician de las prótesis de rodilla personalizadas

La dinámica tradicional de las consultas médicas de especialidades en nuestro sistema sanitario ha consistido básicamente en la realización del interrogatorio clínico (anamnesis) y la exploración física del paciente. En ocasiones es suficiente para establecer un diagnóstico y prescribir un tratamiento, pero en especialidades como la Traumatología y Cirugía Ortopédica el médico solicita con frecuencia pruebas complementarias, sobre todo de imagen, sobre todo radiografías, ecografías, escáneres (TAC : tomografía axial computerizado) y resonancias magnéticas nucleares (RMN).

Habitualmente en los hospitales y centros de especialidades estas pruebas se realizan en departamentos de diagnóstico por la imagen centralizados, donde médicos especialistas en radiodiagnóstico realizan y en su caso informan las pruebas solicitadas por las diferentes especialidades del centro. Algunas de estas pruebas, como las radiografías, habitualmente no informadas, pueden realizarse en la misma mañana o tarde de la consulta, aunque a veces le exija al paciente permanecer durante bastante tiempo en el centro y acudir dos veces a la consulta del médico solicitador. Pero las otras pruebas (ecografía, TAC, RMN) precisan programación mediante citación en las agendas de los radiólogos, lo cual acarrea varias consecuencias que distorsionan el proceso diagnóstico: la demora en la realización y obtención de las pruebas solicitadas, en muchos casos inaceptable, las molestias del paciente que ha de desplazarse hasta tres veces al centro (primera consulta, prueba complementaria y consulta de resultados) y en ocasiones la ansiedad que genera una incertidumbre diagnóstica mantenida en el tiempo.

En las últimas décadas la tecnología aplicada al diagnóstico médico ha progresado extraordinariamente y, paralelamente al desarrollo de nuevos medios (ecógrafos, escáneres, fluoroscopios, resonancias, etc), su empleo se ha ido descentralizando, pasando de los departamentos de diagnóstico por la imagen a la consulta del especialista. El caso más llamativo es el empleo de la sonografía o ecografía. Primero fue utilizado por ginecólogos y obstetras a pie de camilla en sus consultorios, pero con el tiempo se ha ido extendiendo a otras especialidades como herramienta básica de diagnóstico de afecciones de otras especialidades como Urología, Cirugía, Angiología, Cardiología y, especialmente, de las que se ocupan de las lesiones y enfermedades del Aparato Locomotor: Reumatología, Medicina Física y Rehabilitación y Cirugía Ortopédica y Traumatología (COT).

La ecografía, un procedimiento diagnóstico por la imagen barato, accesible e inocuo, es de gran ayuda para el traumatólogo experto en su manejo, que ha dejado de ser exclusivo del radiólogo. Ideal para el estudio de lesiones musculares, tendinosas, quísticas y otras de las llamadas “partes blandas” de nuestro sistema músculoesquelético, llegará un día en que el ecógrafo estará tan presente en todas las consultas de COT, pero su uso tardará en generalizarse por dos razones: la necesidad de un proceso de aprendizaje teórico-práctico y el elevado precio de los aparatos.

En ARTROS TRAUMATÓLOGOS disponemos de un ecógrafo de última generación en nuestras consultas, lo que nos permite aprovechar las venrtajas que para el paciente ofrece esta exploración rápida, sencilla, indolora y exenta de efectos adversos. Igualmente, disponemos de otro medio diagnóstico por la imagen de extraordinaia utilidad: el fluoroscopio.

La fluorosocopia es una técnica radiográfica que consiste en la obtención de imágenes, utilizando el fenómeno de fluorescencia o la capacidad de emisión de luz de determinados compuestos químicos o metales, cuando interactúan con los rayos X. La imagen de luz generada puede ser visualizada de forma directa sobre una pantalla; puede ser transformada en señal eléctrica, mediante un fotomultiplicador que permite su cuantificación, o ser captada por una cámara de televisión, que la transmite a un monitor, permitiendo el estudio directo y dinámico de los órganos. Si el fluoroscopio está provisto de una imprersora, las imágenes obtenidas en la exploración pueden imprimirse en el momento para el paciente.

Podría decirse que el fluoroscopio es al aparato de rayos X convencional lo que el video a la fotografía. Pues la fluoroscopia permite exploraciones dinámicas, en movimiento, mientras que la radiografía es una fotografía instantánea. Esta propiedad permite al fluoroscopio relizar estudios articulares en movimiento, valorando su rango de movilidad y sobre todo su estabilidad, y también estudiar lesiones óseas desde diversas perspectivas espaciales, dado que en numerosas ocasiones incluso radiografías récnicamente bien tomadas no ofercen información suficiente sobre las caractarísticas de una fractura u otra lesión ósea, traumática o de otra causa.

El fluoroscopio, en fin, es imprescindible para el control en línea de intervenciones quirúrgicas realizadas en la mano y el pie.

Desde el inicio de nuestra actividad, en ARTROS TRAUMATÓLOGOS disponemos de fluoroscopio tanto en quirófano, para monitorización de intervenciones, como en las consultas, como medio de diagnóstico y seguimiento de numerosas lesiones y enfermedades del aparato locomotor.

Ambos aparatos, ecógrafo y fluoroscopio, nos permiten realizar numerosas consultas de alta resolución, con todas las ventajas que se han señalado al comienzo de este artículo. Las grandes dimensiones y el elevado coste de otros equipos de diagnóstico por la imagen, como TAC y RMN, no permiten imaginar su descentralización en un futuro, pero el empleo en consulta de estas dos técnicas, la sonografía y la fluoroscopia, proporcionan gran agilidad en el diagnóstico de muchos casos, con las consiguientes ventajas para el paciente.