Aunque las lesiones traumáticas del Aparato Locomotor posiblemente comenzaron a tratarse en la Prehistoria, está ampliamente documentado el tratamiento de las fracturas y luxaciones en la civilización grecorromana. Sin embargo, hasta el siglo IX d.C. no comenzó a utilizarse el yeso para inmovilizar extremidades lesionadas. Se atribuye al célebre sabio Al-Razi o Rhazés (850-923)  la primera utilización del yeso en medicina, y otro persa llamado Abu Mansur Muwaffak describió la colocación de yesos para fracturas y otras lesiones óseas de los miembros. En la España árabe, el cirujano Abulcasis (936-1013 d.C.), nacido en Al Zahra, cerca de la actual Córdoba, escribió un inmenso tratado de medicina en treinta tomos. En los capítulos dedicados a la cirugía describe entre otros procedimientos el tratamiento de las fracturas, las amputaciones y la ligadura de las arterias.

Desde entonces, la escayola (del italiano Scaglióla, diminutivo de Scáglia, del latín Scaliolae, una piedra blanda ligeramente parecida al talco) ha sido un material insustituible en las inmovilizaciones que realizamos los traumatólogos. Su composición química es sulfato de calcio—agua (2/1): 2CaSO4·H2O. Las modernas vendas de escayola están impregnadas de polvo de yeso deshidratado que al contacto con el agua «fragua», es decir, se endurece hasta convertirse en un molde rígido. El fraguado desprende calor, por lo que será más rápido cuanto más caliente esté el agua en la que se empapan las vendas.

Las ventajas de la inmovilización escarolada son su fácil disponibilidad, su bajo coste y la posibilidad de moldearlas según las necesidades mientras dura el fraguado, hasta conseguir un vendaje sólido que inmovilice el segmento de la extremidad deseado. Cuando sólo se aplica en varias capas superpuestas por un solo lado del tobillo, la muñeca, el codo, etc. se denomina férula y cuando se coloca mediante un vendado circunferencia se denomina yeso cerrado o cilíndrico.

A pesar de la aparición de otros materiales como fibra de vidrio y resina de poliuretano, más caros y menos manejables que el yeso, éste continua siendo el más utilizado en todas las justamente denominadas «salas de yesos» existentes en todos los departamentos de Traumatología del mundo. Sin embargo, en la actualidad se están desarrollando nuevas tecnologías que podrían desbancar a la histórica escayola y enviarla al museo de la Historia de la Medicina tras once siglos de servicios a la Humanidad. Y este avance no sólo se está produciendo en el campo de los materiales sino, sobre todo, en el del diseño y la confección de las inmovilizaciones externas u ortesis, utilizando la tecnología de la impresión en tres dimensiones.

La empresa española Podoactiva (podoactiva.com),empresa puntera de base biotecnológica especializada en podología y biomecánica, ha desarrollado la teconología Younext (younext.es) con el objetivo de aumentar la calidad de vida de las personas mediante la mejora de su postura corporal, aplicando experiencia e innovación tecnológica para el diagnóstico, diseño y fabricación de tratamientos personalizados a través de un equipo multidisciplinar, con profesionales de la salud, el deporte y la ingeniería. Una de las áreas de aplicación práctica de esta tecnología es la Traumatología, elaborando inmovilizaciones personalizadas mediante escaneo de la extremidad y modelado e impresión en tres dimensiones de la ortesis en pocos minutos.  Las inmovilizaciones obtenidas por este procedimiento se adaptan anatómicamente a la muñeca, el tobillo, etc., son ligeros, cómodos, transitables, pueden mojarse y se retiran con facilidad.

En colaboración con Younext-Podoactiva, ARTROS TRAUMATÓLOGOS incorporará en en el Hospital Viamed-Los Manzanos de La Rioja esta revolucionaria tecnología que supondrá pasar de la antigua sala de yesos a la impresión 3-D.