El dolor de espalda es muy frecuente en nuestra sociedad y con frecuencia su origen se remonta a la infancia y adolescencia, es decir, a la edad escolar. Una de las consultas más frecuentes en la consulta pediátrica ortopédica es el dolor de espalda que afecta a niños y niñas durante el curso escolar. Aunque casi nunca se debe a enfermedades serias, el dolor puede ser un motivo de preocupación para los padres e incluso para el escolar, que puede ver reducido su rendimiento académico por esta causa.
Cuando no se trata de molestias leves claramente posturales, sino de verdadero dolor que precisa administrar calmantes, o cuando se detectan posibles asimetrías en la fisonomía del torso, especialmente en las chicas, debe consultarse al médico pediatra o directamente al especialista en ortopedia infantil, el traumatólogo.
Una vez descartadas las verdaderas causas preocupantes de dolor vertebral en un niño o adolescente (desviaciones de la columna como cifosis o escoliosis, enfermedades inflamatorias, infecciosas o tumorales), que afortunadamente son muy raras, con frecuencia se detectan malos hábitos posturales durante el estudio –tanto en clase como en casa– y maneras incorrectas de transportar la cada vez más pesada mochila escolar.
A continuación ofrecemos unos sencillos consejos que mejorarán la salud de la espalda del escolar, que es imprescindible para mejorar su concentración durante el estudio y en definitiva su rendimiento.
Los dolores de espalda de los escolares pueden aparecer por llevar mochilas demasiado pesadas o por adoptar posturas inadecuadas en las aulas, por lo que adquirir buenos hábitos posturales desde pequeños ayuda a poseer una espalda resistente en la edad adulta
La mochila escolar
- Los primeros dolores de espalda de nuestra vida suelen deberse al transporte incorrecto de una mochila escolar que puede llegar a pesar demasiado, o sea más del 10% del peso del niño. Si es posible deben dejarse libros en casa o en el centro de estudios y no transportarlos todos siempre.
- Uno delos malos hábitos consiste en llevar la mochila colgada de un solo hombro, sobrecargando la mitad correspondiente del dorso. Es recomendable que el peso se reparta por toda la espalda con las cinchas ajustadas por igual a los dos hombros y con un anclaje ceñido a la cintura.
- Los tirantes de la mochila deben ser anchos
- La mochila ha de llevarse lo más pegada al cuerpo y de modo que el peso quede a la altura de la zona lumbar, justo por encima de las nalgas. No debe llevarse colgada de la mano como si fuera una bolsa.
- Las mochila con ruedas son una opción para evitar la sobrecarga de hombros y espalda, pero no debe arrastrarse por detrás tirando de ellas sino llevarlas por delante empujándolas. La altura del asa debe ser regulable.
Los pupitres
- Una orientación incorrecta de los pupitres con respecto al estrado o la pizarra obliga a los estudiantes a adoptar posturas inadecuadas que pueden producir dolores de espalda.
- Otra causa de incomodidad es el mismo tamaño de pupitre para todos los alumnos de la misma clase, sin tener en cuenta las diferencias de estatura.
Mesa de estudio en casa
- La altura de la mesa debe estar a plano con el pecho del niño.
- La silla ha de ser de tamaño proporcional a la mesa.
- La forma correcta de sentarse es apoyando los pies en el suelo con las rodillas en ángulo recto con las caderas, y estas con el tronco.
- La espalda debe estar en contacto con el respaldo; evitar sentarse en el borde de la silla.
- La espalda debe estar apoyada contra el respaldo, manteniendo la columna vertical.
- En época de exámenes es conveniente evitar las largas sentadas; se recomienda cambiar con frecuencia de postura y levantarse para estirar las piernas cada tres cuartos de hora.
- Para mantener la cabeza recta sobre el libro puede ser útil un atril
- Si se utiliza ordenador es conveniente mantener el monitor frente a la cabeza, para evitar giros prolongados del cuello, y a la altura de la vista. También debe acercarse la silla al teclado para evitar inclinar el tronco hacia delante.
Normas generales para mantener una espalda sana
- Mantenerse físicamente activo evitando estar sentado mucho tiempo, lo que debilita la musculatura de la espalda aumentando el riesgo de dolor.
- Hacer ejercicio con asiduidad: nadar, correr, los deportes de equipo o la bicicleta ayudan a mantener una musculatura de la espalda resistente y flexible.
- Calentar los músculos antes del ejercicio y estirarlos después.
- Evitar dormir boca abajo, la mejor postura es de lado y sobre un colchón de firmeza intermedia.
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