Las artroplastias con prótesis totales de las grandes articulaciones del miembro inferior, la cadera y la rodilla, son uno de los grandes avances de la cirugía ortopédica desarrollados en las últimas décadas.

La sustitución de una articulación dolorosa y de movilidad reducida por un proceso articular degenerativo (artrosis) proporciona a los pacientes una notable mejoría en su calidad de vida, mayor cuanto más avanzada esté la enfermedad.

Pero, como todas las intervenciones quirúrgicas, incluso correctamente planificadas y realizadas, pueden ser objeto de complicaciones. Estas pueden ser inmediatas (infección aguda, trombosis venosa profunda, lesión neurovascular o tendinosa, luxación postoperatoria) o tardías, entre las que destacan la rigidez y, sobre todo, el aflojamiento de los implantes, que puede ser aséptico (sin infección) o séptico, y que con frecuencia obliga a una reintervención de rescate.

El aflojamiento de una prótesis por un proceso infeccioso se denomina infección periprotésica, que puede ser aguda, crónica o hematógena. Las infecciones agudas están causadas por microorganismos que atacan durante la cirugía y presentan sintomatología a los pocos días o semanas posteriores a la intervención. Una infección crónica es resultado de microrganismos que se inoculan por el aire, por los instrumentos quirúrgicos o por contaminación de los implantes. Las infecciones por vía hematógena se producen por inoculación de microorganismos transportados hasta la prótesis por la sangre desde un origen alejado de la articulación (infección del tracto urinario, úlceras mucosas o cutáneas).

Hasta ahora, el diagnóstico de esta temible complicación era difícil, costoso y dilatado en el tiempo, pues exigía la realización de pruebas de laboratorio pero también de imagen que no ofrecían una plena seguridad diagnóstica. La precisión de un test diagnóstico se mide por su sensibilidad (capacidad de dar positivos los casos realmente enfermos) y especifidad (capacidad de dar negativos los casos sanos). En los tests actualmente disponibles no son lo suficientemente elevadas, lo que exige realizar varios cuyos resultados pueden tardar hasta dos semanas. Esta incertidumbre conduce en ocasiones a tomar decisiones terapéuticas agresivas (recambios protésicos, en uno o dos tiempos) sin la certeza de estar combatiendo una infección periprotésica.

La empresa Zimmer, fabricante de implantes quirúrgicos, acaba de desarrollar una herramienta diagnóstica de la infección periprotésica comercializada con el nombre de Synovasure, un test para la detección rápida, menos costosa y más segura de esta complicación. Se trata de un test de ensayo inmunoabsorbente ligado a enzimas que detecta la alfa-defensina. El inmunoensayo se basa en la formación de un sandwich enzimático entre el antígeno, el anticuerpo de captura y anticuerpo de detección marcado (responsable de la reacción colorímetra).

Para realizar el test se extrae una muestra de líquido sinovial de la articulación afectada, del que se instilan tres gotas en el dispositivo detector. Diez minutos después se realiza la lectura del resultado, que ofrece una sensibilidad del 97% y una especifidad del 96%.

El equipo de ARTROS TRAUMATÓLOGOS ha realizado hoy el primer test Synovasure en España.

Caso clínico.

Paciente de 68 años inmunodeprimida, afectada de artritis reumatoide severa desde los 20 años, a la que en febrero de 2014 se le implantó una prótesis total en la rodilla izquierda afectada por la enfermedad, con adhesión a los protocolos de profilaxis antiinfecciosa más exigentes. La evolución postoperatoria fue lentamente favorable durante los cinco primeros meses, pero en noviembre presentó un episodio de sinovitis severa de la rodilla sin cambios radiográficos evidenciables. El estudio gammagráfico reveló hipercaptación de Tecnecio 99 en el fémur distal y de leucocitos marcados en el fémur distal y la tibia proximal. Los reactantes de fase aguda resultaron positivos y el frotis nasal negativo.

Con el diagnóstico de aflojamiento por infección tipo II (crónica), el 8 de enero se realizó el primer tiempo del recambio protésico (extracción de los implantes), seguido de tratamiento antibiótico oral con 600 mg diarios de Linezolid.

Hoy 19 de febrero, fecha prevista para completar el segundo tiempo del recambio protésico –el reimplante– se ha realizado el test en el quirófano, cuyo resultado negativo ha permitido implantar la nueva prótesis con las más elevadas posibilidades de certeza de haberlo hecho en una rodilla libre de infección.